Sobre por qué desinstalar las notificaciones y posponer respuestas de correos que llegan después de las 18:00 horas.
Preparas todo para dormir. Leíste un rato o viste una serie, estás relajada. Trabajaste duro y aunque ya es tarde, mañana puedes quedarte una hora más en la cama. Apagas las luces y de repente te llega una notificación. Tratas de ignorarla con todas tus fuerzas, ¿y si es importante?. No, si fuera importante, me llamarían. Llega otra notificación. Te incorporas con desgano, te pones los lentes y revisas tu teléfono. Es tarde y descubres que es un “whats”: una pregunta de un estudiante, ¿hay tarea para mañana? Y luego tres emoticones más. Tienes sueño, piensas cómo obtuvo tu número personal, mañana le responderás en un correo.
Finalmente cuando estás a punto de conciliar el sueño. Escuchas otra notificación y no puedes evitarlo, repites la operación y encuentras un correo electrónico de algún compañero de trabajo quién avisa que hay que entregar las planeaciones mañana. Además siguen llegando respuestas de otros compañeros contestando con un “gracias, recibido” con copia para todos. Las planeaciones, ya están listas, había un calendario. No te preocupas, pero se te espanta el sueño y empiezas a pensar en los pendientes.
¿Te suena familiar? Ojalá que no. Pero en realidad es usual. Estamos siempre conectadas y desde hace algunos meses, un poco más. Es importante establecer límites y encontrar formas creativas para comunicárselo a las personas que interactúan contigo en diversos ámbitos. Todo esto para tener espacios de descanso y autocuidado. Lleva su tiempo, pero acá les dejo algunas estrategias para establecer ciertos límites en nuestra atareada vida.
Para cuidarnos: Establecer límites, priorizar y hablar
· Prioriza actividades. En la medida de lo posible, establece una jerarquía de las tareas que debes realizar. Hay entregas impostergables que tienen fecha límite. Estas actividades apuntalas en el principio de tu lista de tareas. Sin embargo, si llega la fecha límite por ejemplo en la entrega de un artículo, pero nada resultó como esperabas, puedes escribir al/a editor/a de la revista o compilación y pedir una extensión. Casi siempre funciona y nos da unos días más para terminar.
· Establecer límites para priorizar adecuadamente. Decir sí a todo y comprometerse a hacer todo lo que nos proponen, no funciona. Trata ante todo de pensar en la motivación para realizar la tarea, examina el costo – beneficio en realizarla. Es muy importante que nuestro esfuerzo obtenga una recompensa, no necesariamente monetaria. Pero al final del día, que todo valga la pena. Es importante que trabajemos estratégicamente, incluso si es para otros.
· De vez en cuando di enérgicamente: NO. Si comprometernos a todo no funciona. Entonces, debemos practicar a decir que no cuando tengamos la oportunidad. Establece una calendarización de actividades significativas para ti y otras de las tareas que puedas declinar. Es difícil, pero a la larga, eso nos da más espacio para realizar proyectos que tenemos aplazados y nunca encontramos el tiempo para realizarlos.
· Da a conocer tu disponibilidad en diversos espacios. En ocasiones no hay correspondencia con los horarios de todas tus colegas o de los estudiantes. En particular me pasaba seguido cuando era estudiante de doctorado, que le escribía a mi asesora a las 00:00 horas y ella me respondía inmediatamente, porque ambas somos noctambulas. Pero eso no significa que las personas tengan los mismos patrones de sueño y no podemos exigirles que los desarrollen. Por lo cual en estos tiempos de enseñanza remota haz un lugar en la información general del curso para hablar de tu disponibilidad y del tiempo de respuesta. Por ejemplo, algunas profesoras colocan en su información de contacto: “El tiempo de respuesta es de 72 horas máximo”.
Es importante que establezcas esta claridad de respuesta, para que no haya malentendidos. Incorpora en la información general del curso o en tu programa de la materia, específicamente cuándo pueden encontrarte y cuánto tiempo te toma contestar, de hecho si tienen tiempo, visiten el repositorio abierto de la Dra. Amy Nusbaum, es excelente y ahí pueden encontrar muchas ideas para realizar los syllabus empáticos y pensando en los estudiantes. Además, les dejo ideas para incorporar un párrafo de comunicación y contacto que realicé, espero lo encuentren útil y les de más ideas:
Fijar límites es difícil, pero ayuda y es esencial. Dar a conocer cuando puedes estar presente, tanto para los estudiantes como para tus propios colegas. Por ejemplo, si fijas una hora de escritura o al menos 30 minutos, hazle saber a tus compañeros de trabajo que no puedes atender en ese horario. Estas estrategias, te ayudarán a controlar un poco, lo que los demás esperan de ti, ya que aunque estés en línea, no estás disponible las 24 horas, los 7 días de la semana. También necesitas descansar y encontrar tiempo para el cuidado de sí.
No estamos sujetas a presiones idénticas
Trabajé casi diez años como profesora por asignatura en distintas universidades privadas. Primero recién egresada de la maestría. En algunas instituciones no firmaba contrato, en otras éstos eran trimestrales. Llegué a tener hasta ocho grupos, impartiendo en todas diferentes clases. Entraba a las 7 am y con algunas horas muertas, regresaba a casa casi a las 21:00 horas. En esa época de mi vida, cuando me pedían cosas en las universidades como coordinar una actividad, moderar o participar en un evento, lo hacía. No había espacio para la negociación, era prescindible y necesitaba el dinero.
Entiendo que a veces no podamos negociar o negarnos a realizar actividades que aunque puedan generarte satisfacciones, te saturan y te abruman. En esas ocasiones, sólo queda tratar de ver el panorama completo, ver cuáles eran las actividades en las que podía invertir poco tiempo, en las horas muertas hacer planeaciones y tratar de sistematizar actividades.
Las inequidades en la academia son latentes. A veces todas esas técnicas para la administración de tiempo son insuficientes, ya que no todas podemos decir “no” y tampoco podemos ignorar las peticiones de las personas que tienen injerencia en la precaria contratación. Sin embargo, aún podemos ejercer algunas acciones de desconexión digital para evitar el ruido de las notificaciones nocturnas y para al menos simplificar tareas.
Para aquellas que tienen la fortuna de contar con una mejor posición en el sistema académico, se incrementa la posibilidad de negociar, sin duda. Pero se multiplican las presiones para alcanzar algunos beneficios y aquellas que se trazan una carrera como investigadoras, conocerán las evaluaciones que exigen resultados en poco tiempo.
Poco tiempo, más y mejores resultados en un mundo hiperconectado y ruidoso, que no considera las dobles jornadas, el cuidado de otras/os o las crisis globales. Es importante aceptar que cuando fallamos en publicar rápido, no es meramente un problema individual sino una cuestión estructural. Además la ciencia lleva tiempo.
Queda seguir corriendo o tomar un respiro y tratar de ir cambiando las cosas de a poco. Convertirnos en lo que Berg y Seeber, llaman: “profesoras lentas”. Aquellas que pueden desconectarse un rato para dedicar sus esfuerzos en desarrollar proyectos sustantivos y crear vínculos, tan necesarios con otros pares. Me gustaría finalizar con una frase del libro “The Slow Professor”: “la distracción y la fragmentación caracteriza la vida académica contemporánea, creemos en los ideales de restaurar el sentido de comunidad y convivencia – como la amistad y la solidaridad – que sostiene la resistencia política. Como sostenemos en nuestro manifiesto: Los “profesores lentos” actúan con propósito, y cultivan resistencia emocional e intelectual ante los efectos de la mercantilización de la educación superior” (Berg y Seeber, 2016: 194) (traducción libre)
¿Tienes algunas tácticas para poner límites en el día a día? ¿Te interesan estos temas? Escríbeme a hola@escriturasituada.com y platícame qué temas te gustaría que abordara más adelante.
Agradezco el tiempo que has dedicado a leerme y nos vemos la próxima semana.
Algunos textos para consultar
Leduc, C; Bourdeau, S and Houlfort, N. 2016. Work-Life Balance: The Good and the Bad of Boundary Management. International Journal of Psychological Studies, 8(1):133-143.
Berg, M y B.K. Seeber (2016) The slow professor: Challenging the culture of speed in the academy, University of Toronto Press, Toronto (2016)
Crédito de la imagen: Pixabay