Recomendación de lecturas
He iniciado esta entrada varias veces. Borré constantemente ideas y hasta avancé un texto que no tenía nada que ver con el propósito de este post: inicié un diario de mi cansancio y les contaba que ha pasado estas semanas, platicándoles el por qué de mi ausencia y lo relacionaba con la importancia del descanso. Supongo que lo contaré para la próxima. Esta vez, quiero recomendarles los textos que me han ayudado a transitar estas semanas del verano que se ha ido.
Inicié con “El invencible verano de Liliana” de Cristina Rivera Garza, quien narra el proceso que ha pasado después del feminicidio de su hermana, pero es mucho más, se centra en la vida de Liliana, como una memoria viva que acompaña sus días. Es un libro doloroso, al acompañar el paso de Liliana por el mundo y saberlo fugaz, causa impotencia acercarnos a los últimos días. La autora presenta un acto de resistencia y denuncia contra la impunidad, además destaca la importancia del movimiento feminista en la lucha para combatir la revictimización y buscar justicia. Hace unos días Liliana hubiera cumplido 52 años.
Seguí con dos libros de Elena Ferrante: “Los días del abandono” y “El amor molesto”, el primero aborda la furia de una mujer quien es dejada atrás abruptamente por su pareja, después de una vida juntos. Me gustó como la autora hace que sientas una punzada en el estomago al acompañar a la protagonista en el proceso de búsqueda de días menos aciagos. El segundo libro habla de un pasado familiar doloroso y triste, que aunque la protagonista trató de dejarlo suspendido en el pasado, éste la acompaña como una cicatriz imborrable. Así su pasado regresa incómodo para trastocar su presente.
Un tip: compré los textos por separado, pero recomiendo que si les interesan, vayan por las “Crónicas del desamor” que compila ambas novelas cortas y agrega una más.
“La disculpa” escrita por Eve Ensler es un conjuro de palabras. La autora toma la voz de su padre abusivo y recorre los pasajes más dolorosos de su infancia y adolescencia. Este texto es un ejercicio de liberación, que expulsa la autoridad del patriarca en su vida adulta. Me parece un ejercicio importante y qué nos deja varias preguntas ¿qué hacemos con aquellos que nos lastimaron y nunca se disculparon? ¿cómo lidiamos con la impotencia? Este texto ofrece la experiencia de la autora y me parece invaluable.
Chimamanda Ngozi Adichie escribió “Sobre el duelo”a raíz de la muerte de su padre durante la pandemia y en la lejanía. Describe los estragos que ha dejado el confinamiento y las restricciones en la movilidad en acompañar a los afectos y las dificultades que entraña vivir el luto en estas condiciones: con la suspensión de los ritos colectivos y las despedidas por zoom. Decir adiós a las personas que más quieres sin estar presente, no poder acompañar en el duelo a aquellos que amamos y cómo resignificar la perdida, son consideraciones que encontrarás en el libro. Recomiendo.
Finalmente llego a Liliana Blum, una autora mexicana, cuyos libros me mantuvieron asombrada durante el verano y leyendo sus textos, uno tras otro. Empecé con “El monstruo pentápodo” que se centra en los crímenes de un pedófilo, contada desde diversos personajes, la historia transcurre en el norte de México y la autora se encarga de mostrar el dolor y la desesperación que ocasiona el monstruo. Produce incomodidad y horror, pero creo que en un país como el nuestro, el que ocupa un deshonroso primer lugar en abuso sexual infantil, son necesarias estas narrativas para no pasar por alto la tragedia que experimentan las infancias.
Seguí con la compilación de tres novelas cortas en “Todas hemos perdido algo”, ahí encontré uno de mis relatos favoritos que es la novela corta “El libro perdido de Heinrich Böll”, en la cual a través de un objeto se tejen cinco historias de mujeres que han experimentado perdidas, ansiedad y dolor; cuyos relatos nos transportan a varias latitudes y circunstancias sociales, la verdad no les quiero contar más, porque vale la pena leerlo de principio a fin.
Después encargué “Pandora”, la primera novela de Blum, la historia se centra en dos mujeres y su interés romántico, un doctor guapo y exitoso, que tiene un fetiche y que no descansa hasta cumplirlo, afectando a ambas. En particular me resultó difícil leer sobre las aflicciones de la normativa corporal que enfrentamos las mujeres en el día a día. La autora presenta los dos extremos y lo peligroso de ser y habitar nuestro cuerpo para satisfacer la mirada masculina,
Después de ese libro, seguí con la “Tristeza de los cítricos”, un libro de cuentos, que recomiendo ampliamente, desde el título me generó gran interés. Se le llama tristeza de los cítricos a un virus que afecta los cultivos: es un mal que mata a los árboles después de teñirlos de gris y justo sirve como metáfora para pensar la situación que atraviesan a muchos de los protagonistas de los relatos.
Finalmente, terminé “Cara de liebre”, la novela más reciente de Liliana Blum. Esta novela me gustó mucho porque tiene muchos Easter Eggs, es decir múltiples referencias a sus otras novelas: personajes, lugares y objetos que aparecen y que disfruté encontrando. La trama gira en torno a dos mujeres y un sujeto que extrañamente las vincula. Una de ellas, fue estigmatizada por un rasgo físico desde pequeña y fue acosada y violentada por sus pares y al crecer, no encuentra empatía o cercanía, desarrollando, ella misma una relación violenta con los hombres. La otra mujer, una artista que lidia con la precariedad y la violencia social que la rodea. Disfruté mucho los libros de Liliana Blum y quisiera seguir leyendo más y más de sus narraciones, ¿la estoy leyendo ahora en otoño? pero, por supuesto que sí.
Esperemos que este otoño traiga mejores tiempos para todas, más palabras e historias memorables. Platícame si te ha gustado alguno de los libros que mencioné o si te dieron ganas de leerlos, qué libros me recomiendas para continuar. No dejes de escribirme al correo electrónico o al Twitter, me encantará saber de ti.
Agradezco el tiempo que has dedicado a leerme y nos vemos la próxima semana.